Adriana Abarca Ene/ 29/ 2021 | 0

Síndrome de respiración bucal

La vía respiratoria es el ducto por donde pasa el aire desde la nariz a los pulmones y comprende las siguientes estructuras) nariz, faringe, traque y bronquios.

La nariz se encarga entre otras cosas de acondicionar el aire y filtrarlo de para que ingrese a los bronquios con las características adecuadas.

La vía respiratoria está recubierta de una barrera que se llama mucosa, al ingreso a la nariz el aire forma una especie de corrientes y turbulencia y el rose del aire con la mucosa realiza el proceso de acondicionamiento de este. Además, la nariz tiene comunicación con otras cavidades como los senos paranasales y el oído medio y en su trayecto podemos encontrar adenoides en el techo de la nariz y amígdalas en la boca.

La boca es parte de la vía digestiva y no cuenta con condiciones para mejorar el aire ambiental.

Durante la infancia los huesos de la cara se están desarrollando y el hábito de la respiración por la boca puede impactar negativamente su desarrollo.

Repercusiones de respirar por la boca durante la infancia:

  1. Tos, asma y problemas bronquiales: Muchos niños que respiran x la boca durante el día padecen rinitis. El respirar por la boca altera la calidad del aire, sus partículas y su temperatura provocando una inflamación en las vidas respiratorias bajas. Tos recurrente con el ejercicio o en la noche, broncoespasmo y aumento en la frecuencia de crisis asmáticas.
  2. Infecciones de oído, pérdida auditiva y retardo del desarrollo de lenguaje: Los oídos medios tienen un ducto de drenaje que comunica el oído con la nariz, el crecimiento patológico de los adenoides obstruye ese ducto, con esto la cavidad del oído se llena de moco, alterando la audición y el proceso de lenguaje durante la edad escolar, así como un significativo aumento de las infecciones de oído.
  3. Mal aliento y caries dentales: El respirar por la boca produce disminución de la saliva por deshidratación, de esta manera aumenta la densidad de bacterias en la boca provocando caries y halitosis, además las amígdalas grandes acumulan restos de comida que los llamamos caseum, provocando mal olor.
  4. Malformaciones en los huesos de la cara y sus repercusiones odontológicas: Durante la infancia los huesos de la cara están en formación, las facies adenoides hacen referencia a las características patológicas en el desarrollo facial de los niños que respiran por la boca y que roncan, se caracterizan son: paladar elevado como en cúpula, acortamiento del labio superior, incisivos prominentes, expresión cansada de los ojos. Es importante anotar que el desarrollo facial se completa en un 80% a eso de los 10 a 12 años, secuelas en edades más avanzadas son más difíciles de revertir.
  5. Cambios negativos en la postura: el niño que respira por la boca cambia la posición normal de la lengua, esto cambia el centro de balance del cuerpo y propicia a que el niño adopte una postura encorvada o jorobada.
  6. Alteraciones cognitivas y del neurodesarrollo: Es indiscutible el papel del sueño reparador durante la infancia. El niño que ronca y hace apeas durante la noche no está descansando adecuadamente. No logra conciliar un sueño reparador y su cerebro está en constante stress durante las horas de sueño, estos niños suelen tener síntomas diurnos como irritabilidad, enojo e ira, narcolepsia o tendencia al sueño durante el día, déficit atencional, retardo en el aprendizaje o desarrollo del lenguaje, bajo apetito o no parece disfrutar la comida ya que tiene que respirar y comer x el mismo sitio, así como seriar alteraciones en el proceso de masticación.
  7. Obesidad, deformidad del tórax, tono muscular flácido.
  8. En casos de apneas severas los niños pueden llegar a presentar crecimiento anormal del corazón.

Fuente:
Dr. Jose Mario Muñoz Araya
Otorrinolaringología Pediátrica